- El presidente de Horeca Zaragoza, Fernando Martín, ha publicado un artículo en Heraldo de Aragón recordando cómo ha sido este año de pandemia
Trece de marzo de 2020. Parece lejano ese momento, cuando los compañeros de las asociaciones de Hostelería y Turismo de las tres provincias nos juntábamos para dar una rueda de prensa en la que reclamábamos protección ante el inminente cierre de nuestros negocios. Un mal sueño. Una pesadilla que pronto iría a peor. Y que no ha terminado. Las semanas siguientes fueron confusas. Alojamientos, restaurantes, cafés o bares se vieron obligados a cerrar y mandar a miles de trabajadores al ERTE. Había que familiarizarse con una nueva normalidad: la de gestionar desde casa, con escasos recursos y estando pendiente de las nuevas normas. Los alojamientos hoteleros tomaron un rol protagonista esas primeras semanas, con una respuesta sin precedentes. Zaragoza, en una acción coordinada en menos de 24 horas, ofrecía más de mil plazas de forma altruista para dar respuesta a una posible catástrofe sanitaria. Otros negocios donaban comidas o material a hospitales y profesionales sanitarios: auténticos héroes y heroínas durante este tiempo. Nuestro recuerdo está con ellos y con todas las personas que se quedaron por el camino; la mayoría clientes y amigos.
La situación era de nerviosismo, de cierto caos, pero los profesionales intentaban afrontarla con una sonrisa; como es costumbre del sector. Después llegó el verano y un respiro para algunas empresas, clientes o zonas. Otros negocios, como los de eventos, sufrieron una cascada de cancelaciones. Además, todas las poblaciones aplazaron las fiestas populares, donde la hostelería es absoluta protagonista. Con el otoño llegaron nuevas restricciones y volvieron momentos difíciles. Las asociaciones volvimos a gestionar cientos de preguntas. Muchas empresas cerrarían para no volver a abrir.
A diciembre se llegó con las ganas de poner fin al maldito año y con el anhelo de mejores perspectivas para 2021. Llegaron las vacunas. Primero, para salvar vidas y aliviar la presión hospitalaria. Objetivo principal. Y segundo, al menos para nosotros, para aliviar algunas situaciones de este sector que ha sufrido unas consecuencias nunca vistas.
Cumplido el primer aniversario de la pandemia, no hay un panorama claro, aunque todo apunta a que esta situación de continuas restricciones no debería prolongarse más allá de dos meses; tres como mucho. Las personas necesitan recuperar la hostelería y el turismo. No hablamos de empresas ni de profesionales. Hablamos de toda la gente que quiere y necesita este sector y que ve en nosotros una válvula de escape. Un lugar de encuentro donde disfrutar.
Hemos trabajado duro para adecuar protocolos. Aceptamos supuestos que al principio nos resultaban difíciles. Pero necesitamos recuperar la movilidad y la actividad. Garantizar el futuro de la hostelería y el turismo será la garantía de nuestro desarrollo económico y social. Además, lo necesitamos. Un sector hecho a medida de todas las personas y con la finalidad más bella del mundo: hacer feliz a la gente. Va siendo hora.