Sin garantía todavía sobre los ERTES, préstamos hipotecarios, ayudas destinadas al alquiler, suspensiones temporales de tributos o bonificaciones excepcionales, casi ningún establecimiento del gremio de restauración está dispuesto a abrir sus puertas con el presumible paso a la fase 1 del plan de desescalada previsto por el Gobierno
La mayoría de establecimientos del sector de la hostelería y la restauración de la provincia de Zaragoza seguirán cerrados a partir del próximo lunes 11 de mayo. Al menos, ese es el sentir general de las empresas tal y como lo están transmitiendo en los últimos días a la Federación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza- Horeca, y la Asociación de Restaurantes de Zaragoza y su Provincia.
El motivo y decisión de la mayoría de estas empresas es claro: no tener garantías ni certezas sobre grandes temas que se vienen reclamando desde antes incluso del Decreto de Estado de Alarma realizado por el Gobierno de España. Para el grueso del sector, y para Horeca, todavía existen muchas demasiadas dudas. Cómo proceder y cómo quedarán los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES). Qué pasará con la reclamación de la suspensión temporal de la recaudación de tributos municipales como el IBI o el IAE cuya aplicación se viene solicitando encarecidamente para el periodo de suspensión de la actividad. Se sigue sin saber nada sobre las bonificaciones excepcionales o transitorias solicitadas para los tributos municipales durante 2020 a negocios hosteleros. Y tampoco hay respuesta sobre la solicitud de ayudas destinadas a afrontar el pago de alquileres destinados a usos de ocio y hostelería; un tema que preocupa tanto a arrendatarios como arrendadores.
La mayoría de restaurantes seguirán cerrados el lunes 11 de mayo
Además, existe un malestar latente desde el sector de restaurantes y que viene desde Hostelería de España, ante la improvisación de algunas medidas o su no concreción. Desde Horeca y las empresas de hostelería y restauración de la provincia de Zaragoza no nos olvidamos de defender dos cosas: la salud general, aspecto prioritario que debe seguir primando y con medidas a las que debemos ajustarnos; y la libertad empresarial de cada empresa, que es finalmente quien debe decidir como actuar con su negocio. No obstante , lo que aquí se reclama son, precisamente, medidas que se creen firmes, justas y consecuentes al momento que vive el sector y que permitan afrontar pagos con total garantía para administración y empresas, readmitir a todos los trabajadores y sobre todo para que se de una apertura en condiciones óptimas para un sector como el de la restauración. Una industria que aporta al conjunto de la sociedad aragonesa un total de 2.912 millones de euros al año, según el anuario de Hostelería de España y con un peso porcentual mayoritario de las empresas de la provincia de Zaragoza. No sólo está en juego solo el futuro del sector, también lo está el futuro de decenas de productores agroalimentarios, proveedores de bebidas y otras empresas dedicados a maquinaria o instalaciones de hostelería. Los restaurantes de la provincia de Zaragoza tienen muchas ganas de abrir sus persianas y ver a sus clientes, pero la mayoría no pueden hacerlo si no se dan unas condiciones claras y una seguridad para los negocios.