Todas las asociaciones hosteleras más representativas reúnen en Aragón a más de 3.000 personas para reclamar una reacción inmediata por parte de las Administraciones
El sector hostelero ya no puede más. Tras las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno de Aragón con el objetivo de contener la crisis sanitaria en la región, todas las asociaciones del sector de la hostelería y el turismo de Aragón se han unido y han realizado una manifestación con el lema `SOS Hostelería´ que ha recorrido el centro de Zaragoza este pasado domingo 25 de octubre y en la que han participado más de 3.000 personas.
Los empresarios hosteleros están muy preocupados por la situación que se da a partir de este momento con los confinamientos perimetrales de Huesca, Teruel y Zaragoza, con las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno Central y con la anunciada por el ejecutivo aragonés, para este próximo lunes 26 de octubre y que, dadas las posibilidades, hará que cierre la mayoría de establecimientos. Prácticamente ningún negocio, como el de los restaurantes, va a ser rentable a partir de esta semana con el cierre total de los interiores y la apertura de la terraza al 50%. Desde el sector se es consciente de la gravedad de la situación sanitaria y de la necesidad de tomar medidas, pero no se comprende la dureza de las restricciones para la hostelería frente a otros ámbitos.
Una vez más se vuelve a señalar a la actividad de la hostelería cuando, según un informe elaborado por la consultora FOQUS para COMPETUR que analiza los datos oficiales publicados por el Ministerio de Sanidad entre el 11 de mayo y el 16 de octubre, los bares y restaurante son seguros, pues suponen tan solo el 2,3% del total de casos acumulados. También es solo el 2% del personal de hostelería el que se ha visto afectado por un positivo por coronavirus en su puesto de trabajo.
A la luz de las cifras, los hosteleros entienden que las medidas a adoptar deberían tener en cuenta esta baja incidencia, sin embargo, las medidas anunciadas por el Gobierno de Aragón incluyen restricciones como la prohibición de consumo en el interior de los locales. Esta situación forzará a muchas personas a reunirse sin condiciones de seguridad ni supervisión en espacios más pequeños, sin control de aforos, de distancia de seguridad, ni uso de mascarillas o desinfección y sin límite de horarios, suponiendo un mayor riesgo para el empeoramiento de la pandemia: aplicando medidas indiscriminadas se produce un daño innecesario en actividades económicas sin que tenga efecto en la contención de la transmisión del virus.
La situación del ocio nocturno está peor si cabe. Un sector que tradicionalmente ha sufrido una supraregulación administrativa dentro de la hostelería. Las salas de baile y discotecas llevan cerradas desde el principio de la crisis sanitaria. A fecha de hoy suman más de 200 días sin poder abrir y se les vulnera uno de los derechos que este sector considera más fundamentales: el derecho al trabajo. Este impedimiento en ejercer su actividad conlleva imposibilidad de hacer frentes a algunos alquileres y de seguridad social de trabajadores sin actividad, créditos, inversiones y pago de impuestos y otros gastos fijos, así como un aumento de la deuda. Además son cientos de trabajadores en Aragón afectadas por no haber cobrado un ERTE desde los meses de junio o julio. Algo intolerable y que está poniendo en una situación muy complicada a muchas familias.
Otro tipo de establecimientos como los cafés y bares han sufrido continuas restricciones con especial incidencia en el uso de las barras. La gran mayoría de pequeñas empresas y autónomos de este tipo, además, no ha podido acceder a ninguna ayuda, por desidia administrativa, siendo el segmento más vulnerable por su propia estructura y su escasa capacidad de endeudamiento, siendo un vehículo indispensable de articulación de la vida social de nuestras ciudades y pueblos.
También los hoteles son otros de los grandes damnificados de esta crisis, pues las restricciones en la movilidad han provocado que a día de hoy 7 de cada 10 habitaciones estén vacías en Zaragoza. Las pernoctaciones en agosto fueron un 67% menor que el año anterior. Las últimas medidas de confinamiento perimetral y la obligación de celebrar los congresos y reuniones de forma telemática solo hacen agravar esta situación para un sector que ha visto como su demanda cae entre el 60 y el 80% respecto a anteriores cursos, aunque en algunas zonas estacionales o rurales de Aragón esta caída haya sido menor.
La hostelería y el turismo acatará las decisiones que sanidad considere acordes al momento y siempre que nos lleven a mejorar la actual crisis sanitaria, rebajar la presión hospitalaria y sean positivas para la sociedad aragonesa y española, pero no se pueden tolerar ciertos escenarios. No hay tiempo para esperar ayudas y muchas empresas no van a aguantar más. Pretender que una actividad hostelera sea rentable en este momento del año, con ciertos aforos o sin actividad interior -incluida la posibilidad de comida a domicilio-, resulta de todas formas imposible. Sin movilidad no hay turismo y la actividad hostelera y de ocio arrastra a miles de puestos de trabajo de forma directa e indirecta.
Por todo ello, la hostelería y el turismo de Aragón se ha manifestado para solicitar medidas a aplicar con carácter de máxima urgencia para su supervivencia y un plan de rescate. Ayudas que pueden y deben partir de todas las administraciones, entidades con las que está relacionado el sector o personas que tienen posibilidad de decidir y que sean acordes al momento. Aquí se citan 7 a modo de ejemplo, pero hay muchos más:
- ERTEs: Posibilidad de acogerse automáticamente a las exoneraciones existentes por impedimento de la actividad.
- Rebaja de la presión fiscal a través de la aplicación del tipo superreducido de IVA y a través de las ordenanzas fiscales municipales (IBI, IAE, tasas de basura y aguas).
- Constitución de una mesa de trabajo interconsejerías en la que poder abordar las medidas de contención y medidas compensatorias que deberían ir aparejadas y que aumente el diálogo existente.
- Plan de ayudas directas para sufragar alquileres y gastos derivados del cierre de los locales como el ocio nocturno que no ha podido abrir desde el inicio de la crisis sanitaria.
- Protección de la actividad económica del segmento MICE y eventos, aplicando criterios de flexibilización normativa.
- Créditos sin intereses avalados por el Gobierno de Aragón.
- Ayudas a la digitalización para inversiones en medidas de acondicionamiento y contención del riesgo de transmisión en bares, locales de ocio, restaurantes y hoteles.
La manifestación que ha recorrido las calles del centro de Zaragoza ha sido un ejemplo de civismo y organización y desde estas líneas se quiere aprovechar a agradecer la labor realizada por la Policía Local de Zaragoza, la Policía Nacional y otras brigadas municipales. El recorrido ha terminado en la Plaza del Pilar en donde se han leído una peticiones por parte de los representantes de la Asociación de Teruel Empresarios Turísticos, Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca, Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia Federación Horeca Zaragoza, Confederación de Hostelería y Turismo de Aragón t Asociación de Salas de Fiestas, Bailes y Discotecas de Zaragoza.
Cerró el acto el Presidente de Hostelería de España, el aragonés José Luis Yzuel que dio las gracias a las más de 3.000 personas que acompañaron durante el día y que hicieron de este acto “la mayor manifestación hostelera que se ha hecho en España”. Destacó Yzuel que “estar unidos nos va a hacer mucho más fuertes”. También el Presidente de Hostelería de España tuvo un recuerdo para todos aquellos profesionales “que están con el ERTE, arruinados y que han sido ninguneados” y reclamó “un plan serio de salvación que tenga relación con nuestra grave situación porque no queda tiempo”. Animó a “sentirse orgulloso del sector que más felicidad vende y que ha duplicado sus puestos de trabajo en los últimos 20 años”. Actualmente se calcula en un millón los puestos de trabajo en juego en España. Por último, el Presidente de Hostelería de España tuvo un recuerdo para “todas las personas que ha arrastrado esta pandemia; todos clientes nuestros” y para “todas aquellas familias hosteleras que nos antecedieron”.